Piedras

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El ir y venir de la historia hace que algunas cosas permanezcan, otras cambien, otras perezcan. El correr de los tiempos desgasta ideas, piedras y vanidades. Y es bueno que sea así, lo que es es. Entonces ¿por qué luchar contra ello? ¿por qué ese afán de dotar de carne viejos esqueletos pulidos por el viento?

Una obra humana convertida en ruinas, en fantasma de lo que fue, posee más historia, más belleza y más poesía que una anacrónica reconstrucción.

Banderas al viento

Las fachadas de los edificios se adornan estos días con los colores rojo y gualda de las banderas nacionales colgadas de balcones y banderas. ¿La razón? Juega la selección de fútbol. Y esta es prácticamente la única ocasión en que los españoles nos vemos motivados para mostrar públicamente nuestro patriotismo. ¿Patriotismo? ¿patria? ¿el patriotismo es una bandera colgada del balcón? Se me ocurre preguntar detrás de cuantas de esas ventanas, se sientan orgullosos ante el televisor patriotas ejemplares, de esos que aparcan en doble fila, que cobran en dinero negro, que no recogen la mierda de sus perros, que no paran en los pasos de cebra, que tiran la colilla al suelo, que desprecian a los que no son como ellos…

El cine como redundancia

A través de la radio del coche, un crítico de cine intenta convencerme de las bondades de una película. Diálogos brillantes, proclama como certificado de calidad. Tomo el desvío de la autovía y se me ocurre pensar si no es una pérdida de tiempo, esfuerzo y dinero hacer una película para que destaquen los diálogos. Para eso existe el teatro, y si me apuras, la literatura. El cine nació como sucesión de imágenes en movimiento. Una película basada en la palabra no deja de ser una obra de teatro o una obra literaria filmada. Una redundancia en suma.

 

Los barcos y la honra

¿Por qué la «radical», «antisistema» (como la califican los medios) CUP opta por apoyar a un candidato de centro-derecha, de un partido marcado a fuego por la corrupción? ¿por qué no dar un paso más empujando hacia la caída de ese sistema que denuestan? ¿por qué meterse voluntariamente en una trampa tan típica de la derecha? ¿por qué prefieren lo abstracto a lo concreto? ¿por qué prefieren patria, nación o identidad a trabajo, vivienda o educación pública?

El Partido Republicano en Estados Unidos lleva decenios usando esa estrategia con éxito: más patria o más religión significan también menos derechos laborales o más diferencias sociales.

¿Por qué la CUP prefiere honra a barcos?

Pijama para dos

Llevo tiempo intentando encontrar un hueco entre mis estrechas entendederas donde colocar el fenómeno Podemos, sin demasiado éxito, la verdad, ¿que es Podemos? ¿que quiere hacer realmente Podemos? ¿que hay detrás? si es que hay algo. Ni idea, al menos hasta ayer. Ahora creo vislumbrarlo entre la niebla.

Primero, me encontré con este artículo de Rafael Reig, afilado como siempre y certero como casi siempre, en el que siguiendo con la fiebre griega que parece afectarnos a todos, se explica Podemos, o el negativo de Podemos que viene a ser lo mismo. Segundo, anoche pude ver, por casualidad, que es como ocurren estas cosas, a Doris Day y Rock Hudson en una de sus películas de tensión sexual no resuelta, Pijama para dos se tituló en España. En ella el personaje de Rock Hudson logra lanzar una campaña publicitaria basada en un producto llamado «Vip» que ni siquiera existe, lo cual no es obstáculo para que la campaña sea un rotundo éxito y todo el mundo hable, quiera y esté dispuesto a pagar por el ya famoso «Vip».

¿Podemos = Vip? Habrá que esperar al final de la película para saber si hay boda.

Campanas de Gauss

El sistema educativo basa su funcionamiento en la campana de gauss, se interesa únicamente en el centro de la campana, los extremos quedan fuera del foco. El manido informe Pisa me huele a lo mismo, un estrecho carril del cual aquel que se sale queda fuera del sistema. Desde mi perspectiva, siempre en uno de los extremos de la campana se me ocurre preguntar ¿que hacemos con los que están fuera del carril? ¿la educación tiende hacia el pensamiento único?

 

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Aprender y desaprender

Hablando de educación, métodos, estilos, escuelas.

– En Alemania tienen bastante implantación, pero hay cosas que suenan extraño.
– ¿Cómo cuales?
– Por ejemplo, los martes no se pueden hacer tutorías porque es el día de Marte, dios de la guerra, es un día de conflictos, no de acuerdos.
Me quedé horrorizado.
En España, en cambio, en la escuela pública se enseña una historia de una mujer virgen que tuvo un hijo, que fue asesinado, resucitó y levitó hacia las nubes, para unirse con su padre y una paloma o algo así.

Intimidad

Conversación con un amigo indignado, internet está controlado y vigilado, los emails espiados, saben en todo momento que hacemos y donde. Nos roban la intimidad.

Vuelvo a casa, curioseo en facebook, en «su» facebook, fotos del cumpleaños de su hijo, fotos suyas en la playa, en la nieve, en una cena de amigos (donde también aparezco). Curioseo en instagram, «su» instagram, veo todo lo que come, el amanecer desde su casa, su coche nuevo por dentro y por fuera…

El show vaticano

En plena sociedad del espectáculo, la industria vaticana bordea la perfección, lujo,  decadencia, escándalo, suspense, tradición y misterio, se me ocurren pocas combinaciones mejores que esa. El mundo, un mundo alejado de la religión, tan alejado como lo está el catolicismo oficial de la realidad, el mundo, decía, asiste extasiado a esa exhibición de oro y terciopelo, incienso y latín como lo hace ante la gala de los oscars, la super bowl o el salto desde la estratosfera de Baumgartner. Oigo voces que claman por una iglesia más sencilla, por una vuelta a los orígenes, a la humildad, a la austeridad, pero apenas se les oye entre el estruendo mediático, además, seguro que se equivocan, la infalibilidad está lejos, cubierta de oro.

Sobre el perdón

El concepto de perdón que inventó el cristianismo es un medicamento de amplio espectro, sirve para casi todo, nada que ver con el exigente concepto oriental del karma, donde una mala acción sólo se compensa en cierto modo, con buenas acciones. El perdón cristiano es más cómodo, arrepentimiento, perdón y la culpa queda lavada como en esos eternos anuncios de detergente.

En un mundo tan alejado de la teología como es una cárcel, ese concepto se ha trasladado con el término de reinserción, la penda de prisión ya no tiene, nominalmente al menos, como objetivo el castigo, o sólo el castigo, ahora se busca también que el condenado sea capaz de volver a la vida civil convencido y dispuesto a no volver a caer en el mismo error.

Todo lo anterior viene a la memoria cuando uno se enfrenta a noticias como la de cierto alcalde condenado por acoso sexual que recibe 5000 votos en unas elecciones, ¿esos votantes le han perdonado o desprecian a la víctima? ¿los que se indignan con la maniobra política (o sea, sucia y sin escrúpulos) no le conceden el derecho a la reinserción? ¿hay delitos por los que nunca se paga del todo?

En realidad el párrafo anterior es plenamente superfluo, no se está hablando de bien y mal, se está hablando de nosotros y ellos, se está hablando de pillar cacho.

Jack Daniel’s

Tengo un amigo que colecciona noticias curiosas, especialmente le gustan aquellas que contienen paradojas del centro del imperio, antes de que sea barrido desde oriente (o quizá allí sea desde occidente, otra paradoja). El otro día se escuchó en la radio que en el pueblo de Kentucky donde se fabrica el bourbon Jack Daniel’s está prohibida la venta de alcohol. Pues allí durante una visita a la fábrica estuvieron acompañados por un grupo de presos (más de uno de ellos había tenido problemas con el alcohol) que también hacían la visita.

Reciclaje

Botellas de plástico, latas de aluminio, briks (cartón, aluminio, plástico), botellas. Todos estos envases se usan habitualmente para contener los diversos líquidos que se consumen en una casa normal. Todos esos envases generan una gran cantidad de deshechos. Todos esos envases pueden ser reciclados. Esto parece un gran avance, al menos así nos lo venden. Antaño, hace muchos años, sólo había cristal y no existía el concepto reciclaje, una vez que se consumía el líquido, el envase vacío volvía a la tienda y nos devolvían una parte de lo que nos había costado originalmente. Reciclaje de verdad, incentivado, sin deshechos, sin basuras.

Una botella de vino una vez consumida, con suerte, va al contenedor de vidrio, un camión lo recoge periodicamente, lo transporta a una planta de procesado, el cristal se trata convenientemente y, finalmente, se puede fabricar otra botella de cristal. Antiguamente, la botella vacía volvía a la tienda, se recuperaba parte del costo, la botella volvía a la fábrica en el mismo camión de reparto, se lavaba y se podía volver a utilizar. ¿A que llamamos reciclaje?

Vivimos tiempos extraños

Vivimos tiempos extraños. La imposibilidad de viajar en avión durante un día hace que el gobierno decrete estado de alarma (ni atentados de ETA, ni el  11M, ni catástrofes naturales habían merecido tal medida), intervenga el ejército, se acuse a los controladores de sedición, los medios de comunicación se alineen con el gobierno en la condena a los huelguistas, se decrete la caza de los bien pagados (este parece ser el motivo último de la indignación) controladores y, una vez más, se demonicen huelgas, liberados y sindicatos.

Vivimos tiempos extraños. El anuncio de la supresión del subsidio de  426 euros a los parados sin otro ingreso no ha conseguido que pase absolutamente nada. En la prensa encuentro cifras desde 250.000 hasta 650.000, pasando por unos concretísimos 338.952 afectados. No estamos hablando de pasar un puente, de un viaje de negocios o de llegar a casa con un día de retraso; estamos hablando de comer, de pobreza. Y ya digo, no pasa nada.

Tiempos modernos

Nunca en la historia el ser humano ha estado tan protegido, nunca en la historia el ser humano ha estado tan indefenso. Nunca ha sido más libre, nunca ha sido más esclavo.

Hemos llegado a un punto en que un individuo medio, normal en el sentido estadístico del término, es un ser que necesita a alguien que haga crecer y transportar su comida, alguien que le produzca y transporte la energía que necesita, alguien que le transporte a él mismo, alguien que fabrique su ropa, alguien que le entretenga y así hasta el infinito. Todo ello a cambio de un dinero que gana honradamente trabajando 40 horas a la semana durante la mayor parte de su vida. Todo ello porque confía en que el sistema socio-económico en el que está inmerso va a funcionar perfecta e inocentemente. Pero ¿y si no funciona? Si no funciona la central eléctrica correspondiente no hay luz, no hay medios para cocinar, no hay medios para calentarse. Si los controladores aéreos, pongamos por caso, van a la huelga nuestro hombre normal se queda sin poder viajar. Si nieva las carreteras se bloquean. Si llueve hay inundaciones. Y lo más curioso de todo, nuestro hombre se indigna, le parece incomprensible que ocurra algo que el perfecto sistema no sea capaz de controlar, espera que alguien, el gobierno o lo que sea, le resuelva el problema,  «parece mentira que en pleno siglo XXI» .

Imaginemos ahora a un hombre «normal» de hace 500 o 1000 años, capaz de procurarse su comida, su energía, su ropa, capaz de ir por sus medios a donde quiere ir y capaz, también, de comprender que hay hechos, situaciones incontrolables, que él achaca al cielo, a los dioses, a los demonios, pero que por ello no deja de entender que ocurren, que están fuera de su alcance y así los acepta.

 

Casilleros

¿Gustav Mahler? Fue el último post-romántico de la música clásica. Esa es la definición que acabo de escuchar del músico alemán. Uno de los mejores inventos del cerebro humano ha sido la capacidad de clasificar, de ordenar, de elaborar listas y casillas. Veamos, tenemos un músico, pero un músico clásico, del romanticismo, pero del post-romanticismo y dentro de estos el último. Dicen que en oriente son capaces de concebir el mundo como un todo unido y continuo. Pero aquí en el gris y limitado occidente no somos capaces de ver el mundo más que como un inmenso armario lleno de cajones independientes, llenos de cajones más pequeñitos, cada uno de ellos con su especialista o su banda de especialistas, y así hasta el infinito. Nos encantan las categorías, las listas y las clasificaciones. Así podemos convertir el mundo, el ancho y rico mundo, en un lugar más asequible, más comprensible, pero también más pequeño y seguramente más mezquino.