Ser español

Nunca he logrado entender del todo conceptos como nación, patria o similares. Nunca he tenido muy claro que significa ser cántabro, español o paraguayo. Quiero imaginar que en cada caso hay una serie de características comunes y que determinan ser esto o lo otro, quiero imaginar que haya algo más que haber nacido aquí o allá, quiero imaginar que es algo más que la superstición de creer que un lugar es mejor que otro sólo porque uno ha nacido en él.

Buscando esas características, creo que he encontrado la que mejor define el ser español y es la voluntad terca e incansable de desacuerdo. Por encima de todo aquello que puede unir y servir para crear algo común, el español busca inagotable el asunto que pueda servir de lanzadera para el conflicto. Ese conflicto no admite debate ni discusión racional, ese desacuerdo busca la eliminación del otro, sus argumentos no pueden ser tenidos en cuenta porque el otro es visto como inferior moral, como despreciable, sus opiniones y, en algún caso, él mismo deben ser aniquilados.
Guerras civiles, conflictos sociales, nacionalismos … en todos ellos hay un ingrediente común, que es la incapacidad para ver al que está enfrente como igual, la tenacidad en despreciar al otro.